lunes, 25 de mayo de 2009

Leslie Calla Vásquez Comenta


En nuestro querido país es lamentable que tengamos una fuerte onda de discriminación en donde al traspasar de los años no tengamos conciencia de los que esta pasando.

Las personas tiende a etiquetarse y clasificarse de las demás personas, no solo por su afinidad, sino también de su condición social o etnia, lo que evidencia aún el latente racismo que existe, heredado de sus padres, inclusive, maestros.

Es lamentable que algunos docentes también sean parte de este grupo de personas, el daño psicológico que repercute en los jóvenes tienen como resultado baja autoestima, perdida de identidades y buscan compensadores que son negativos como las pandillas, drogas, etc.

Participe hace muy poco en una capacitación con otros docentes de la Región Callao acerca de los racismos en afro americanos, nos dieron una dinámica muy constructiva donde leímos un texto que decía: Había una joven que se llamaba Maria ella vivía en el Carmen –Chincha y su mamá vendía el delicioso plato de sopa seca en la plaza principal. Nos dijeron describan a Maria Y nosotros dimos las siguientes características Maria es: reina del festejo, tiene caderas anchas, es bonita, baila salsa y tondero.

Pero cuando nos leyeron el texto completo Maria era una chica que estudiaba administración reina de las matemáticas y no sabia bailar.

Todos nos quedamos asombrados y nos dimos cuenta q por la localidad estábamos dando cualidades iguales a todas las personas que vivían en el distrito de El Carmen – Chincha se puede concluir que la discriminación racial es un hecho al que estamos tan habituados que parece nunca acaba. Lamentablemente, sus consecuencias afectan directamente a los jóvenes, ya que estos se encuentran expuestos a las reacciones de la sociedad.

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